El estrés diario, las tensiones musculares, e incluso la ansiedad y el agotamiento mental, son problemas que pueden afectar a cualquier persona en algún momento.

Afortunadamente, tenemos varias alternativas para alejar todos estos problemas de nuestra vida. Como, por ejemplo, pasar un día en un spa o darnos un buen masaje.

Sin embargo, como no siempre podemos permitirnos estos lujos, desde Kamai Spa hemos decidido traerte este artículo tan completo en el que te contamos cómo hacer un masaje relajante en todo el cuerpo paso a paso, y sin siquiera salir de casa. ¡Toma nota!

Instrucciones para hacer un masaje corporal sencillo en casa

Paso 1: prepara el ambiente

Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de hacer un buen masaje corporal es acondicionar debidamente el espacio.

Para ello, escoge un lugar cómodo y silencioso. Baja la luz, enciende unas velas y pon una música suave que inspire calma.

Finalmente, asegúrate de tener todo lo necesario a mano: aceites para masaje, toallas y una manta por si la persona coge frío.

Paso 2: posiciona correctamente a la persona

Una vez hayas preparado el espacio, pide a la persona que se tumbe boca abajo en una cama o colchón, con la cabeza apoyada en una almohada para que el cuello quede alineado con la columna. 

Asegúrate de que esté cómoda, cubriéndola con una toalla o manta, y dejando al descubierto únicamente la parte del cuerpo que vas a masajear.

Para mayor comodidad y alinear mejor el cuerpo, también puedes colocar una almohada bajo los tobillos.

Paso 3: comienza con movimientos suaves

Aquí es donde las cosas empiezan a ponerse interesantes.

Antes de comenzar a masajear el cuerpo, vierte una pequeña cantidad de aceite en tus manos y frótalas para calentarlo.

Tras este primer paso, coloca tus manos suavemente sobre la espalda de la persona, sin aplicar presión aún, solo para que se acostumbre a tu tacto.
A continuación, comienza a realizar movimientos largos y suaves desde la parte baja de la espalda hasta los hombros, aplicando una presión ligera y constante.

Este primer contacto es crucial, y sirve no solo para relajar los músculos, sino también para establecer una conexión de confianza y confort entre el masajista y la persona que recibe el tratamiento.

Paso 4: aumenta la presión gradualmente

A medida que avanzas, comienza a aplicar un poco más de presión en tus movimientos. Usa las palmas y los dedos para amasar suavemente los músculos de abajo hacia arriba, centrándote en las áreas donde se acumula más tensión: los hombros, la parte superior de la espalda…

Si notas nudos o puntos de presión, usa tus pulgares para reducirlos, realizando pequeños movimientos circulares.

Como último consejo, te recomendamos no aplicar presión directa sobre la columna vertebral, y trabajar a lo largo de los músculos que la rodean.

Paso 5: trabaja los hombros y la parte superior de la espalda

La parte alta de la espalda es uno de los lugares donde más tensión se acumula, por lo que merece especial atención.

Para masajear la zona, usa ambas manos para realizar movimientos circulares sobre los omóplatos y hacia el cuello.
Si encuentras un nudo, usa tus pulgares para aplicar presión firme y continua, moviéndolos en pequeños círculos hasta que sientas que el músculo se relaja.

Paso 6: masajea los brazos y las manos

Para continuar con el masaje corporal, lleva el trabajo hacia las extremidades superiores.

Comienza masajeando la parte superior del brazo y ve descendiendo usando movimientos largos y suaves.

Al llegar a las manos, usa tus pulgares para masajear la palma, y tira suavemente de cada dedo para estirarlos.

Paso 7: trabaja la parte baja de la espalda

La parte baja de la espalda es otra zona donde la tensión tiende a acumularse, especialmente si la persona pasa mucho tiempo sentada.

Aquí, usa movimientos circulares amplios con la base de las palmas, aplicando una presión moderada. Hazlo partiendo de la parte superior de las caderas hasta llegar a la base de las costillas.

Si sientes que los músculos están muy tensos, usa los nudillos para hacer movimientos circulares más profundos, pero siempre con mucho cuidado.

Paso 8: termina con un masaje de piernas y pies

Para ponerle el broche de oro a tu masaje corporal, trabaja las piernas, comenzando desde los muslos y bajando hacia las pantorrillas.

Lo mejor para tratar esta zona es utilizar movimientos largos y fluidos, aplicando más presión en los músculos más grandes.

Al llegar a los pies, dedica unos minutos a masajear las plantas y los dedos.

Paso 9: despierta suavemente al receptor del masaje

Una vez hayas terminado, coloca suavemente tus manos sobre la espalda de la persona durante unos segundos para finalizar el masaje con calma.

Acto seguido, retira las manos lentamente, cúbrela con la manta o toalla, y dale unos minutos para despertar gradualmente y experimentar la agradable sensación posterior al tratamiento.

Ahora que ya sabes cómo hacer un masaje relajante en todo el cuerpo, es hora de poner en práctica lo aprendido con alguien de confianza o, por qué no, venir a descubrir el apasionante mundo de los masajes profesionales en un centro especializado como Kamai Spa. ¡Llama ya y reserva tu cita!

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